Vive una vida

La vida que te corresponde.

Esa vida con todos sus retos.

No inventes historias, personajes, fantasías. Concreta sueños.

¿Qué esperas para soltar?

Estar entre dos perspectivas, dos vidas, dos ideologías, etc. no es para nada bueno para ti. La vida se encarga de darte una sobre dosis de la misma medicina que repartes. No cojes de “pend...” quién no sabe lo que pasa. Sólo te engañas a ti mismo. Recuerda, la reconstrucción de uno se basa en ser auténticos. En reconocer quienes somos y aceptarlo. En enmendar lo que nos daña. En no aceptar lo que no nos hace feliz. Ocultar, borrar, disimular, mentir solo dañan a quien lo hace, no a quién va dirigido. No es lo mismo la desilusión que la frustración, la culpa.

Enfrenta tu verdad, tus miedos. Al inicio vendrán grandes batallas, pero la tranquilidad se aproxima. Toma decisiones basadas en el riesgo, pero con resultados que te lleven a estar feliz contigo. La persona más importante eres tu, y es la que más dañas cuando no eres honesto con los demás. Fingir daña demasiado nuestro ser.

Cuando compartes tus pensamientos, tu sexualidad, tus deseos y hasta tu cuerpo con terceros (personas fuera de tu entorno, peor aún, fuera de tu relación) vives en angustia constante, insatisfacción y te vas desconectando de quien te ama. Quien/es te aman van perdiendo conexión contigo sin darse cuenta, solo porque no estas ahí. Podrás poner mil excusas pero si no eres honesto contigo, este ciclo se repetirá. Y siempre culparás a terceros. Vida desdichada solo por no enfrentar a la persona más importante: Tu mismo.

Entonces, ¿qué esperas para soltar?

Yo tengo claro que:

Estoy obligada a amarme, respetarme y vivir en honestidad conmigo.

Vive! Ten amor propio y respeto.

#viviendoconmigo